Letra: Tito Sanguinetti Música: Marcelo Bustos - Tito Sanguinetti
En un matungo montado A cada costado un tarro, Con un chapalear de barro El reparto ha comenzado, Algo maltrecho sentado Como sufriendo un desgarro.
Es de bolsa su recado De la mejor arpillera, Que acomodó como quiera Y maletas le ha colgado, Con la leche que ha ordeñado De varias vacas lecheras.
También lleva la medida Para medio, o litro entero, Y va gritando lecherooooo Pa´que salgan enseguida, Las vecinas afligidas Por quien atiende primero.
Alguno siempre comenta Que a la leche la bautiza, Habrá que hacer la pesquisa Para saber si la cuenta, Así le da mejor renta Y junta lo que precisa.
Ya la clientela creció Y se compró una charré, Como podrá ver usted El negocio mejoró, Ahijuna como cambió Él que un dia, empezó a pie.
Pero me alegro le juro Porque es mucho el sacrificio, De tan abnegado oficio Que a veces se vuelve duro, De penurias un conjuro Poco tiempo para el vicio.
El caballo acostumbrado Para solo en cada casa, Con su memoria repasa Por lo tanto que ha parado, Y donde leche ha dejado Seguro que no se pasa.
Cuantos niños se criaron Con la leche que el llevó, Y cuando el tiempo pasó Ya grandes lo saludaron, Y al mirarlo recordaron Fue lechero, y se acabó.
Letra: Tito Sanguinetti Música: José Ignacio Rivero
Me parece que la viera En el lugar elegido Colgada como al descuido Casi siempre de madera Debajo la enredadera Como buscando un fresquito En su piso está el platito Uno viejo, uno qualquiera Con un trapo que cubriera Y absorviera así el juguito.
Filtrando el aire el tejido De la sal hay que cuidarlo Que si no por oxidarlo Termina como es debido En sus ganchos contenidos Los churrascos varios días Que servirán de comida Pa´ alimentar la peonada Que la mira a la pasada Y la hace su protegida.
El día de la carneada (bis) Y despúes de despostar Viendola ahí rebalsar La acompañan las miradas Allí quedarán guardadas Por un tiempo las raciones Que aportarán nutriciones De ese precioso elemento Convertido en alimento En todas las estaciones.
Con la caricia del viento Su color va oscureciendo Negrito se va poniedo El charqui y no le miento Hay que mojarlo un momento Antes de ponerlo al fuego Para desifrutarlo luego Después que esté bien asado Por todo lo que ha aguantado Acompañao por los ruegos.
Las moscas nunca pudieron Cumplir con su cometido De llegar al contenido A pesar de que insistieron Por más que se propusieron Con las ganas se quedaron Aqueresar no lograron Como ellas saben hacer Las vimos desfallecer Y los gauchos festejaron.
Heladerita del campo Que cuidó nuestra comida Hoy que te veo vencida Dejo florecer mi canto Por eso la voz levanto En honor a tu memoria Recordando aquella gloria Que acompañó mi niñez Abro tu puerta otra vez Y la cierro con tu historia.
Letra y música: Tito Sanguinetti
Es noche todavia afuera Pero él igual, se levanta, A la pereza la espanta Y enfila hacia la matera En donde un tizón lo espera Todo envuelto de ceniza Con un soplido lo atiza Y le arrima alguna rama Para que surja la llama Que es justo lo que precisa.
A la pava en la ocasión Cuando ya el agua, le ha puesto, La acomoda con un gesto En la hornalla del fogón Pone yerba al cimarón Que apaga con agua fría Y mientras espera el día Que muy pronto llegará Él preparandose irá Para empezar la porfía.
El alba va despuntando Y ha comenzado el ritual, Está ensillando…! El mensual Al flete que está esperando Con un silbo acomodando Pilcha por pilcha el apero En un orgullo campero Los estribos bien parejos Y como pa´ llegar lejos Lo cincha bien al overo.
Encima va el cojinillo De oveja bien recortado, Con el cinchón ajustado Y la escena toma brillo Le cruza arriba el ponchillo Que acompañará el intento En cuanto monte contento Y enfile para los potreros, Y el barbijo del sombrero Se ajuste por que ya hay viento.
Con las cañas de unas botas Él fabricó las maletas, Las que a los tientos sujeta Como poniendo una nota Lleva tenaza grandota La chaira el curavichera Que lleva por si tuviera Que curar alguna herida O en el lote e´ las paridas Otro ternero naciera.
Y si le toca cuerear Porque encontró una hosamenta, Lo hará sin tener en cuenta Que esto le puede costar Muy caro si al contagiar Alguna peste pudiera Sin un guante que existiera Ningún barbijo tampoco Un peón siempre valió poco Y lo reemplaza cualquiera.
Y seguirá la mañana Mirando los alambrados, Reparando si hay cortado Un alambre…que macana Pero a él le sobran ganas Si ve a los toros peleando Para irlos desparramando Con cuidado a la distancia Luego regresa la estancia Ya el churrasco está esperando.
Letra: Héctor (Cholo) Sanguinetti Música: Tito Sanguinetti
Naciste hace mucho tiempo Para trabajar la tierra Y hoy solo sirves de adorno De alguna casa pueblera, Si habré caminao torcido Siguiendo tras de tu brecha Pisoteando los terrones Que daba vuelta tu reja, Gastando las alpargatas Pensando en la siembra nueva.
Con vos casi fue imposible Cortar la melga derecha, Gambeteando por el surco Colgando al cuello las riendas Pero siendo previsor Colocaba una bandera Hecha de caña e´tacuara Y un pedazo de arpiyera, Y al llegar a la otra punta Le erraba como cualquiera.
Compartiendo desde joven Jornadas de horas muy lerdas Trás de una yunta de mansos En la rústica tarea, Tu timón irregular Casi siempre de madera Acompañaba en silencio El rechinar de tu rueda, Por culpa de poca grasa Se la sacaba la tierra.
Hoy te veo descansar Junto a una pila de leña No conociste galpón Siempre dormias afuera, Ya el balancín de la vida No te arrastra, sos quimera Y el oxido fue apagando El sol de tu volcadera, Condenandote al olvido Labrador de tantas leguas.
Quiero rendirte homenaje De la forma más sincera Porque estás en mi recuerdo Viejo arado de mansera, Y cuando llegue el momento De abandonar esta tierra Me iré cruzando los surcos Rumbo a una estrella cualquiera, Ya no habrá yunta de mansos Ni llevaré al cuello riendas
Letra: Tito Sanguinetti Música: Leopoldo Caracoche
De ese cuero maceteado Que tiene en algun momento, Sáqueme en forma de tiento Y hágame bien reforzado Un trabajo que he pensado Esto lo decía un hombre Que no recuerdo su nombre Ni tampoco viene al caso, Le dijo yo quiero un lazo Espero que no se asombre.
No importa lo requerido Para mi es cosa común, Al menos que tenga algún Distintivo el que ha eligido Si me explica el cometido Del encargo que me hace Seguramente no pase De un trabajo más pedido, De los tantos que he tenido Si importarme que clase.
Esto que cuento escuché Alguna vez no se donde, Si mi memoria responde Enseguida se lo diré Se trataba y creanmé Diciendole en forma clara Que se lo encargaba para Una cuestión bien discreta, Original y muy secreta Sin que me lo imaginara.
Expresó en forma concreta Lo que estoy necesitando, A medida que va andando El mundo con su receta Se me forma una galleta Que me cuesta digerir Por eso le he de pedir La yapa trenzada de ocho, Para voltear a este mocho Que hoy no me deja vivir.
En cuanto quiero arrancar Siempre se pone delante, Y no vale que lo espante Nunca se quiere apartar Se empeña en desbaratar Por simples ridiculeces Y es solo por pequeñeces Que se truncan los intentos, Y así se llevan los vientos Lo que me propongo a veces.
Este mundo, el de sus trenzas Que cosa más parecida, Al devenir de la vida Estando siempre propensas Entrelazadas y tensas Cumpliendo con su destino Cruzandose en el camino Pero si me hace ese lazo, Voy a revolear el brazo Para pialarlo al destino.
Letra y música: Tito Sanguinetti
Mientras despacio me amaino Voy a guardar la rasqueta, Que me ayudó en la receta Para despelar al zaino A la cuchilla la envaino Que usé para descolarlo Luego el pasto ire a cortarlo y lo haré con la guadaña, Que tendré que usar con maña Y horquilla para juntarlo.
Después llegará el momento De desgranar las espigas, Del rojo maiz que siga Reforzando el alimento Para eso cruzaré le cuento Sobre un cajón la varilla De viejo fierro que brilla Donde se apoya la mano, Y así saltarán los granos Yo, sentao como en la silla.
Los marlos que van quedando Bien blancos y peladitos, Servirán para el fueguito Que más luego estaré armando Gallinas me irán rodeando De alegre coro cocó Y el gallo que se plantó Arroja su canto al viento, Parece que está contento Y así me lo demostró.
Un morral como un paquete Con los granos ya molidos, Que se ofrecerán servidos Como final del banquete Luego la tapa que apriete Y ya puesta la trompeta Pa´que el hocico no meta Ni tierra pueda comer Y solo así pueda beber Agua fresca en la pileta.
Después habrá que variarlo O sacarlo a caminar O una corrida ensayar De paso pa´relogiarlo A los tiempos anotarlos Servirán pa´ comparar Y se podrán cotejar Con algún otro animal Que puede ser su rival Con pretensión de ganar.
Y en un domingo cualquiera Consumado el dasafío Haga calor o haga frio Se correrá la cuadrera Se pactó largar de afuera Y se designó al rayero Alguno cruzará primero Con un bajar de bandera Más si así no sucediera Puesta será caballero.
Letra: Tito Sanguinetti Música: Damián Tessore
Ya no existe más su hoyo De la argentina en sus pampas, Ni se arremolinan guampas Generando algún embrollo Para algunos un escollo Que supo traer problemas Pero sin duda un emblema Reducto de la vertiente, Así la tierra lo siente Y lo, transformó en su lema.
Sobre el se curzó al descuido Donde cuelga la roldana, Con su música lejana Dos postes más bien fornidos Con alambre se han unido Y una equis se formó La cadena alli pasó Y ahí se sujetó el balde, Cuidandose que respalde El fin como se pensó.
El volcará en la represa Fresca el agua cuando eleve, Cuidandose bien que llegue A su lugar sin soprpresa Porque a nadie le interesa Que llegue a desparramarse Por eso habrá de tratarse Lograr bien el cometido, Con el líquido obtenido Sin que llegue a derrocharse.
Un petiso se ha ensillado Con un recado cualquiera, Y se ha atado a la sidera El gancho todo oxidado Así se habrá levantado En cada viaje cincuenta Del agua que transparenta Y al volcarse de repente, Su líquido en un torrente Con viajes que ni se cuentan.
La vida claro, cambió Lo fué convirtiendo en pozo, O en aljibe primoroso Que en algun patio vivió Alli donde se juntó Agua llovida de un techo Ya, con un brocal bien hecho, Y hasta tapa se le ha puesto, Demostrandonos con esto Del progreso su derecho.
Hoy lo reemplaza el molino O una bomba con motor, Que hasta tiene arrancador Manejandole el destino Hasta suena a desatino Que semejante agujero Sirviera de bebedero Para calmarnos la sed, Imagineselo usted Terminando en jardinero.
Letra: Tito Sanguinetti Música: Eduardo Cirillo
En tierra ya trabajada Una vez que até el arado, Con el chancho atrás atado Comenzaré la sembrada De un maiz que como nada El campo vendrá a vestir Su talla empezará a erguir En el surco cada planta, Riqueza que se levanta Anunciando un porvenir.
En un verdor que delata La savia que está corriendo, Las plantas vienen subiendo Tomando forma de mata Y en esa crecida grata Sus hojas van estirando Están como anticipando Que habrá una buena cosecha, Para cuando sea la fecha Habrá que irse preparando.
Mientras tanto iré engrasando Las rejas del escardillo, Que en un trabajo sencillo Los yuyos le irán sacando Dejará el terreno blando Para el dia de apolcar La tierra habrá que arrimar Una cuarta más o menos, Y se ondulará el terreno De una forma singular
Llegó el tiempo de la juntada La aguja hay que preparar, Y un clavo para ensartar Arandelas preparadas De suela bien recortadas Y tambien tendrá manija En cuanto el lugar elija Clavaré un palo bien alto, Será alli sin sobresalto Que alzaré la troja en fija.
La maleta ya engrasada A su turno está esperando, Con sus ojales brillando Donde quedará colgada De la faja preparada Con la bolsa de arpillera Con sus ganchos para afuera Y en su lugar suspender Facil para desprender Y volcarla en la nortera.
Usaré el entrojador Asi sale más parejo Que con el caballo viejo Tiraré como el mejor Alambres de igual largor Ataré y con las chalas Cuidando que no sean ralas Se parecerá a una estiba, Bien cargadita de espigas Puestas como haciendo gala.
Letra y música: Tito Sanguinetti Homenaje a mi madre y a todas las mujeres
Creo estar viendo a mi madre A tu lado y resignada Con su espaldita doblada La contemplaba mi padre, Rogando no le taladre Sus manos tu agua lechosa O la espuma primorosa De la primer jabonada, En su intento de ablandada Las manchas más rigurosas.
Para ella como tal cosa Visitarte era un deber Que nunca llegó a placer Y lo hacía silenciosa, Una espina en vez de rosa Pero así estaba planteado Los trapos amontonados Su presencia reclamaban, Y ella limpios los dejaba Listos para ser colgados.
En tus alas de madera Descansaban los jabones Más blancos o más marrones Según la falta que hiciera, Y se trataba que hubiera En ese mismo lugar Del azul para blanquear Algún cubo en tu repisa, Para aclarar la camisa O el delantal de escolar.
Horas y horas de la vida De mi madre me robaste Pero a cambio me dejaste Ropa limpia en la medida, Que al observarla tendida En el patio, en su cordel Hay en mi pecho un tropel Que marca las emociones, Que con o sin intenciones Me vuelven al tiempo aquel.
Comparandote a un ariete Me parece que te viera Con tu cuerpo de madera Y sobre dos caballetes, Tu lugar el mojinete Del rancho, por el reparo O de un árbol al amparo Por el rigor del verano, Y ahí nomás un mano a mano Por si no ha quedado claro.
El progreso y su paleta Te sacaron de la escena Y risignada, y serena Te convertiste en pileta, Sos un poco más coqueta Dejame que yo te vea No se si más linda o fea Sos previa de un lavarropas, Tu presencia a nadie copa Igual tu alma es de batea.
Letra: Tito Sanguinetti Música: Oscar del Río
Érase esta la ocación No muchas veces al año, Que como humano rebaño Íbamos siempre al galpón Ahí se armaba la función Con ganas de festejar La causa conmemorar Algún hecho trascendente, Lo que agrupaba la gente De algún paraje o lugar.
Alguna que otra comadre Mientras su muchacha cuida, A la lengua la descuida Hablando de lo que cuadre Asume su rol de madre Cosa que no hace cualquiera Observando no se fuera A desaparecer la niña, Y ambule entre las rapiñas Fingiendo que se perdiera.
Fuiste nidal de parejas Que allí dentro se formaron, Tiempo después se casaron Para continuar las viejas Tradiciones más complejas Y al amparo de tu techo El amor como un derecho De prolongar la existencia, Captó del mundo la esencia Continuar lo que está hecho.
Para la fiesta de escuela Te convertiste en kermese, Motivo que allí estuviese Desde el niño hasta la abuela Alivio de una secuela Que tenía la directora Salvar a la cooperadora Sus arcas recuperar, De esa manera ayudar En una acción bienechora.
Su radioteatro mostraba Hector bates que imaginario, Ponía sobre el escenario Un elenco que trataba Pero que nunca alcanzaba En una hora a mostrar A un libreto singular Que duraba más de un més, En un pequeño entremés Quedando sin aclarar.
Y para las patrias fiestas El baile era allí obligado, Para el caso contratado Un conjunto, o una orquesta Que amenizaba la fiesta Con música popular La que nos hacia bailar Para aligerar las penas, Aliviando la condena Donde todo es trabajar.
Fuiste casa de algún croto Que andaba de peregrino, Como burla del destino Llevando su sueño roto Hoy con el tiempo te noto A veces no tan brillante Demostrando con tu aguante Lo que es mantenerse en pie, Dejando bien claro que No hay temporal que te espante.
Hoy te alquilan chacareros Y en silo te han convertido, O de cartón comprimido Te llenan los cartoneros De las vias compañero En noches largas y en días Poblando las geografías De nuestra querida tierra, Tu vieja figura encierra Tristezas con alegrías.
Letra y música: Tito Sanguinetti
Con dos horcones de tala En la tierra bien plantados, En sendos hoyos cavados Con la ayuda de una pala Para que no salga mala Su construccion, se ha cuidado Que quede bien orientado Por un si acaso el pampero, Cruzara fuerte el potrero Con su paso redoblado.
En las horquetas cruzada Derechita la cumbrera, Con las dos puntas afuera Por si un día a la pasada Deja su casa instalada Y su cantito el hornero Del nuevo día el primero Con un mensaje de alerta, Para cuando se despierta Un destino mañanero.
Con paja y algo de guano Bien mezclado el pisadero Que se pisó con esmero Y el agua se acarreó a mano Se carpió con todo afano Hasta la última gramilla Tierra negra en carretilla Hubo que traer también Y se armó en un santiamén Revuelto como tortilla
Se solía hacer el techo de totora en un quinchado, bien tejido y apretado para que no filtre de hecho eso es lo mejor sospecho cuando llega la tormenta entonces pa´ que se sienta en el fogón protegido, un tizón bien encendido alumbra mientras calienta.
Serán de bolsa sus cortinas si no hay china sobre todo, que cuando llegue a su modo cambiará por otras finas que tengan flores no espinas dandole así otro color y hasta una especie de olor flotará sobre la mesa, para ahuyentar la tristeza con un mensaje de amor.
Los tiempos fueron cambiando Llegaron los arquitectos, Trajeron nuevos proyectos De las casas ir armando Todo se fue reeplazando El barro se hizo ladrillo Se complicó lo sencillo Planos hay que preparar, Para arriba amontonar En vez de alero un pasillo.
Con el paso de los años se convertirá en sillón, pero no habrá solución ya no será como antaño y con o sin desengaños en una noche cualquiera se convertirá en tapera, y lo habitarán los bichos más no será por capricho Partió quien en el viviera.
Letra: Tito Sanguinetti Música: Gonzalo Jesús - Tito Sanguinetti
Cargadas muchas overas En la puerta del corral Irán a entrar cada cual Ni bien baje la tranquera, Y se ubicarán primeras Las de terneros más chicos Que están asomando el pico Por la puerta del chiquero, Peleando por ser primeros En mojarse los hocicos.
Como está medio nublado Sin saber que pasará Colgado y dispuesto está Por si acaso el encerado, Un faro bien ubicado Un petromax de quinientas Aguantador de tormentas En invierno o en verano, Acompaña como hermano Uno más en estas cuentas.
Ya están listas las maneas Con el balde y el embudo Que me servirá de escudo Controlando las mareas, Espuma blanca que ondeas De la leche que volcaré Ni bien decidido esté A empezar con la primera, Y aunque se ponga mañera Lo mismo la ordeñaré.
Ya empezó el apoyador Dejando mamar al guacho Y para que no agarre empacho Hay que ser controlador, De su hacer regulador Mientras sujeta a la madre Y para que el trabajo cuadre A la cola tambien le ata, Dejando juntas las patas En la manea compadre.
Los chorros con rumbo cierto Igual que música suenan Mientras el envase llenan Se asemejan a un concierto, De blanco color, es cierto Que a los andes se parece Mientras el nivel que crece Ya va llegando hasta el tope, En deslocado galope Y así el corral se estremece.
Ya la última he ordeñado Y me desaté el banquito Mientras silbo despacito Con el tambo terminado Revueltos y refrescados Se irán tapando los tarros Solo falta atar el carro Y llevarlos al camión, Terminando la función En los pagos de navarro.